viernes, 10 de abril de 2009

Sobre Hacia un hábitat autosuficiente...

HACIA UN HABITAT AUTOSUFICIENTE (artículo de opinión por Vicente Guallart).

¿Cómo puede destacar este texto tal y cómo actúa? No carbura.

1. Energía.

Cualquier edificio, barrio o ciudad, debería generar el 100% de la energía que consume en el propio lugar a través de la introducción de sistemas captadores integrados en los primeros edificios, que se comparten a través de microrredes inteligentes. Este principio debe redefinir la propia forma de la arquitectura que debe garantizar por medio de su geometría y su posición en el territorio, que es capaz de generar su energía.

La eficiencia energética de la ciudad y edificios es nula. ¿Cuánto dinero se ha invertido en ello? ¿Del presupuesto? ¿Del fondo estatal? CERO
¡Ah! ¡Qué cambiamos cuatro farolas!


2. Alimentos. Lo urbano es por definición diferente de lo agrícola. En el campo se hacía la comida y en la ciudad se consumía. Para dar valor a los alimentos, habría que fomentar la puesta en valor de las grandes extensiones de terreno muy fértil situado en el entorno de grandes ciudades, la distribución directa desde el punto de cultivo al de consumo o la creación de huertos urbanos. Y estos paisajes agrícolas deberían introducir sus trazas y estructuras en los desarrollos en los bordes de las ciudades.
¿No propuso IU un polígono agro-ganadero con industrias transformadoras? ¿No tenía Huesca una huerta decente? Ya sabemos la respuesta de este alcalde: es mejor el ladrillo. Así tenemos todos los suelos en el entorno de Huesca hipotecados por décadas.

3. Fabricación. La doctrina de los últimos años, decía que en los países avanzados se diseñaba y en los emergentes se fabricaba. Sin embargo, el desarrollo de maquinaria de fabricación avanzada permite que cualquier objeto pueda ser producido en cualquier lugar del mundo por cualquier persona, a partir de conocimiento compartido. Los laboratorios de fabricación o Fab Labs son las nuevas fábricas locales, que fomentan economías de alto valor y evitan millones de desplazamientos diarios.
El matadero de Huesca, ejemplo auténtico de Fab Lab: matadero + industria transformadora que aporte valor. Ya sabemos la respuesta de este alcalde: A tomar por culo matadero.

4. Internet. Tras el Internet de la economía, y el Internet social, el próximo Internet es el Internet de las cosas: objetos, lugares y edificios fabricados con cierta inteligencia, y relacionados con el fin de ahorrar energía, y fomentar la interacción social. De esta manera, existe un potencial de aumentar la eficacia del mundo físico dotándole de nuevas propiedades relacionales, a partir de criterios desarrollados de forma abierta y transparente.

Ya sabemos la respuesta de este alcalde: ya he puesto Wifinosequé en el parque nuevo. ¿Qué mas quieren? Sólo hay que ver el mimo del Ayuntamiento a las nuevas tecnologías, y eso que las leyes obligan.

5. Compartir. Si el mundo físico se divide entre espacios públicos y privados, Internet nos enseña los beneficios de los recursos compartidos. El intercambio propio de la economía va más a allá de comprar o vender. Existen otros modelos más centrados en el uso de las cosas, que no en su propiedad, aplicables a espacios urbanos y habitacionales.

Ya sabemos la respuesta de este alcalde: no colaboramos en índices de transparencia ni cosas parecidad. De hecho, la transparencia nos la pela. Con que lo cuente el periódico es suficiente.

6. Conocimiento. El conocimiento es la materia prima fundamental de la nueva economía, y la investigación su principal mecanismo de producción. Cualquier ámbito de la sociedad puede ser motor de la economía, si se investiga y se fomenta la innovación en torno a él. La arquitectura, y el desarrollo urbano deberían ser capaces de mezclarse con disciplinas próximas, como la ecología urbana, el paisajismo, el diseño de nuevos materiales, la nanotecnología o la inteligencia artificial.
Ya sabemos la respuesta de este alcalde: paso olímpicamente de la participación ciudadana. Yo y los míos somos los únicos que saben de lo neesario para mover el cotarro.

Los siguentes párrafos que mantiene la negrita y el subrayado de Fernando Elboj Broto son impagables. ¿Realmente entiende lo que lee? ¿No le da vergüenza destacar el texto después de lo que ha hecho en Huesca?

Estos y otros cambios de paradigmas pueden fermentar un cambio estructural en la manera cómo se diseñan, producen o reforman las ciudades.

Después del desastre en que ha convertido Huesca... esta femera no puede ni fermentar.

La arquitectura debe superar su etapa puramente icónica y volver a los principios esenciales de lo sistémico, donde el proyecto de la habitabilidad sea entendido de forma global
Joder, menos mal que llevamos 10 años intentando vender sólo iconos: obras de arte, jardines, palacio de congresos, ...

Hay que diseñar barrios y ciudades eco-eficientes, asumiendo que quizás haya que invertir más para ahorrar más. La figura del arquitecto que repite sus diseños (cual franquicia) por ciudades de todo el mundo, es obsoleta
En Huesca lo contrario. Nada de ciudad compacta.

Y hacen falta políticos que lideren estos procesos, en los que más allá de gestionar problemas puedan reconocer oportunidades en las ciudades y en el territorio y las sepan ejecutar, a la velocidad adecuada.

Lo que hacen falta son cojones para hacer, no cobardía para justificar.

Ahora es el momento de innovar y crear un nuevo liderazgo, más que de vender los logros pasados, o criticar los excesos de los que se quisieron beneficiar del sistema sin aportarle valor.
Aquí ni cosas nuevas y logros pasados. Son incapaces de hacer algo.

El desarrollo de experiencias de éxito de una nueva forma de construir y habitar el territorio puede permitir generar nuevas economías a partir de trasladar tanto a países desarrollados, como a las economías emergentes, las experiencias relativas al diseño de nuevos hábitats autosuficientes.

¿Será Huesca una experiencia de fracaso?