Sobre Pocas muestras de arrepentimiento...

POCAS MUESTRAS DE ARREPENTIMIENTO Y MUCHA CHULERÍA.

¿La crisis económica es real?. ¿Es verdad que estamos padeciendo a escala internacional una grave crisis financiera y económica?. ¿Son reales los millones de personas que han pasado a engrosar las filas del paro desde mediados del año 2008?… Hago todas estas preguntas retóricas y otras muchas que podía formular porque a pesar de que la crisis es muy real y muy grave, y se están tomando medidas absolutamente excepcionales, lo que sí parece ser más cierto es que las responsabilidades que debieran quedar cada vez más claras se están progresivamente difuminando y los responsables, salvo contadísimos casos, siguen en sus puestos, siguen decidiendo, y en ocasiones no sólo no demuestran arrepentimiento, sino que se comportan con una auténtica chulería.

Lo dice alguien que saca pecho por el desarrollo desmesurado e irracional de una ciudad, que nos deja miles de pisos vacíos. Lo dice alguien que saca pecho tras aprobar el plan de las Harineras o que no duda en mentir para justificar una modificación del PGOU que facilitará la construcción de 10.000 nuevas viviendas. Lo dice alguien que ha convertido a Huesca en una de las ciudades con el m2 más caro de España. En definitiva, el que escupe hacia arriba se acaba mojando. Limpiese, señorito.

La impresión que en estos momentos tengo es que conforme va pasando el tiempo y van apareciendo signos de paulatina recuperación, van desapareciendo los síntomas de arrepentimiento, y que los mismos que han producido el desastre siguen decidiendo sobre las vidas y los bienes de la inmensa mayoría.

¿Signos de recuperación? Lo que hay que aguantar. Y sí, los mismo inútiles siguen en los mismos puestos. ¿Por qué será?

Da igual que los grandes axiomas del ultraliberalismo hayan demostrado ser pura realidad virtual, en una palabra, un fraude. Lo cierto es que las propuestas iniciales de corrección de rumbos en el funcionamiento del mercado y de control y supervisión del mismo van dejándose en el olvido, como si nada estuviera pasando. Hay que pelear sin descanso por variar sensiblemente muchos de los aspectos claves del modelo económico-financiero actual.

¿Y quién los va a cambiar? ¿Gente como el alcalde de Huesca que ignora en temas macro-tanto como habla?